Alimentación y Salud Mental

¿Notaste alguna vez la enorme tendencia a comer algo dulce, cremoso e hipercalórico cuando te sentís triste, frustrado o enojado? ¿Notaste la alegría que sentís después de comer algo nutritivo… y muy diferente de la alegría de panza llena…?

La antiquísima premisa “Que tu alimento sea tu medicina” hoy cobra otro valor, en relación a los padecimientos emocionales y psíquicos.

Actualmente hay alguna bibliografía que intenta explicar estos fenómenos a través de la química y las neurociencias.

Desde lo empírico, puedo asegurar que los alimentos y hábitos de vida influyen enormemente en el estado emocional, cognitivo y relacional de las personas.

Corría el año 2003, cuando planteé mi primer proyecto de investigación, notando que según los hábitos de consumo en las diferentes poblaciones, las problemáticas psíquicas eran diferentes. Luego, pasó el tiempo y me especialicé en otra área… pero hace unos años, la brecha disminuyó, y resulta que podemos mitigar las crisis de ansiedad, y la depresión, y muchos trastornos de los llamados “psicosomáticos” (asma, broncoespasmo, psoriasis, artritis, sìndrome de fatiga crònica) cambiando la alimentación; y esto a su vez, reporta beneficios en las relaciones humanas…

Es un complejo mecanismo de química celular y sobre todo neuroquímica… Los neurotransmisores, son las sustancias que hacen que pensemos, que sintamos, que hablemos, etc. Es el medio de comunicación intracerebral. Esas sustancias, son procesadas, generadas por el organismo, en su mayoría, a base de lo nutrientes que ingerimos… tiene lógica?

En mi experiencia personal y profesional, un cambio sostenido en los hàbitos alimenticios genera un cambio en el estado mental y emocional de las personas, mitigando los trastornos de ansiedad, depresión, ADHD, obsesiones, etc.

Quiero compartir este conocimiento, junto a una serie de ejercicios y técnicas de conciencia, de estar presente, de alimentarse inteligentemente según los hábitos y exigencias de cada uno.

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